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Guía para la usabilidad de sistemas de barrera estéril en dispositivos médico

Mantener un campo estéril en los procedimientos médicos es crucial para evitar la contaminación de dispositivos médicos. Esto no solo implica preparar el área con un paño estéril, sino también proteger los dispositivos de la contaminación microbiana, que puede provenir de la respiración, el habla o el contacto accidental del personal.

Para reducir los riesgos, es esencial minimizar el movimiento en la zona estéril y el tiempo de exposición del dispositivo. En este contexto, la correcta manipulación y uso de los sistemas de barrera estéril (SBS) es clave. Aquí se presenta un proceso en seis pasos para la presentación aséptica de estos sistemas.

6 Pasos para Sistemas de Barrera Estéril despegable:

  1. Inspeccionar

El primer paso es asegurarse de que el sistema de barrera estéril mantiene su integridad. Es crucial revisar cuidadosamente el embalaje en busca de pinchazos, agujeros, aberturas de sellado u otros daños que puedan comprometer la esterilidad del contenido. La pérdida de integridad del embalaje puede resultar en una pérdida de esterilidad, lo que pone en riesgo al paciente.

  1. Leer la Etiqueta, Símbolos o Indicadores Disponibles

Antes de proceder con la apertura, es importante verificar la información en la etiqueta:

  • Identificación del producto: Asegúrate de que es el dispositivo, conjunto o kit correcto.
  • Fecha de caducidad: Confirma que el producto no ha caducado.
  • Indicador de esterilización: Si está presente, asegúrate de que indique que el producto ha sido esterilizado correctamente.
  • Requisitos adicionales: Verifica si hay comprobaciones específicas necesarias para el dispositivo, procedimiento o trazabilidad.
  1. Posicionar

La persona encargada de abrir el paquete debe ubicarse cerca del personal estéril, en un área con suficiente espacio, un ambiente controlado y buena iluminación. Es importante disponer de un espacio de apoyo limpio en la mesa para facilitar la manipulación del SBS, dependiendo del tipo de sistema que se va a abrir.

  1. Abrir

El proceso de apertura debe ser meticuloso:

  • Iniciar desde el lado especificado: Sigue las indicaciones de apertura si están disponibles.
  • Despegado cuidadoso: Evita crear partículas durante el pelado, asegurándote de que los materiales no se rasguen.
  • Mantener el producto en posición: El dispositivo no debe entrar en contacto con áreas no estériles del SBS. Recuerda que la zona de sellado se considera no estéril.
  • No invadir el área estéril: Evita que los brazos o el cuerpo entren en la zona por encima del SBS durante la apertura.
  • Crear una apertura adecuada: Asegúrate de que la abertura sea lo suficientemente grande como para retirar el producto sin tocar las áreas no estériles. En algunos casos, puede ser necesario doblar las solapas hacia atrás.
  1. Presentar y Transferir

El dispositivo debe ser transferido al personal estéril sin que entre en contacto con zonas no estériles. Coloca el dispositivo con cuidado en el campo estéril, evitando cualquier riesgo de contaminación durante la transferencia. Aunque se puede practicar la transferencia directa al campo estéril, no se recomienda arrojar el dispositivo sobre la mesa debido al mayor riesgo de contaminación.

  1. Desecho

Finalmente, el sistema de barrera estéril debe desecharse de acuerdo con los procedimientos locales. Es fundamental considerar la usabilidad de los sistemas de barrera estéril en el entorno clínico, tanto en el diseño del SBS como en la forma en que se colocan los productos en su interior. Las evaluaciones de usabilidad deben realizarse para confirmar que el diseño cumple con los criterios de seguridad y eficacia, y estas prácticas deben estar claramente descritas en las instrucciones de uso.

Conoce las tendencias que enfrentará el sector salud en 2024

Basado en el informe Forecast Healthcare 2024, estas tendencias capturan no solo la evolución de la respuesta a la pandemia, sino también los cambios fundamentales en la mentalidad de las personas y en la estructura de los sistemas de salud. En el horizonte de la salud global, destacan tendencias cruciales que delinean el futuro de la atención médica.

Empoderamiento Individual:

La conciencia sobre el cuidado individual de la salud se intensifica, impulsada por la preocupación persistente por los efectos del COVID-19. El 83 % busca mayor control sobre su salud, fomentando el interés en el autocuidado, con un 40 % buscando información en línea.

Cuidadores en Foco:

Los cuidadores, ya sean familiares o profesionales, emergen como piezas fundamentales en el bienestar de los pacientes. Sin embargo, su dedicación afecta negativamente su propia salud física y psicológica.

Presiones en la Sostenibilidad:

La gestión de la salud enfrenta desafíos debido a la pandemia, cambios demográficos y desigualdades. La colaboración con empresas ofrece soluciones para mejorar la eficiencia y garantizar el acceso equitativo.

Transparencia e Inclusión en Investigación Clínica:

La evolución hacia mayor transparencia e inclusión en la investigación clínica destaca la necesidad de datos diversos. La inclusión de mujeres y minorías es esencial para garantizar medicamentos seguros y efectivos para todos.

Estas tendencias definen un nuevo paradigma en la atención médica, enfocándose en la autonomía del paciente, el papel crucial de los cuidadores, la sostenibilidad y la diversidad en la investigación clínica. Adaptarse a estos cambios es esencial para construir sistemas de salud más resilientes y equitativos.

 

¿Cubre bocas baneado de comercios y transporte público en Alemania?

Las mascarillas se han convertido en un complemento indispensable en nuestro día a día. Cuando salimos a la calle podemos ver todo tipo de protecciones faciales de diferentes tejidos y colores. Sin embargo, no todas han demostrado ser totalmente efectivas para evitar los contagios de coronavirus. Ahora Alemania ha vetado el uso de las mascarillas de tela en el transporte público, los comercios y los servicios administrativos abiertos actualmente. Solo se permitirá el uso de mascarillas profesionales.

Las mascarillas profesionales son las catalogadas como productos sanitarios, es decir, las mascarillas quirúrgicas y las FFP2. Este tipo de mascarillas están diseñadas para evitar que cualquier patógeno pueda propagarse de una persona a otra a través de las partículas expulsadas por la nariz y la boca. Poseen una serie de capas que permiten respirar con normalidad a la vez que protegen contra todo tipo de virus y bacterias.

Las mascarillas quirúrgicas son las recomendadas por el Ministerio de Sanidad para personas enfermas con síntomas. Sin embargo, su uso se ha extendido y cada vez es más habitual verlas entre la población sana.

Este tipo de mascarillas están diseñadas para filtrar el aire exhalado y proteger al entorno de la persona que la lleva puesta. Existen dos modalidades: las de tipo I y las de tipo II. Estas últimas pueden ser resistentes a salpicaduras de sangre y otros fluidos biológicos. Es necesario cambiarlas cada 4 horas.

Mascarillas FFP2: Estas mascarillas FPP2 son Equipos de Protección Individual (EPI). El Ministerio de Sanidad recomienda su uso para aquellas personas que están en contacto continuo con el virus, es decir, sanitarios o personas que tengan que ver a personas con síntomas o que han dado positivo. Este tipo de mascarillas filtran el aire inhalado evitando la entrada de partículas contaminantes al organismo. Pueden ser reutilizables (R) o no reutilizables (NR). En este último caso es recomendable cambiarlas cada 4 horas.

Historia e inicios del cubre bocas.

Lo que hoy es un artefacto de tanta importancia para cada vez que salimos a la calle, hace muchos años, comenzó siglos atrás como un accesorio o mas bien amuleto que lograba alejar la “influencia maléfica.” Según William Summers, experto de la Universidad de Yale, la idea de que una enfermedad pudiera transmitirse de persona a otra existe al menos desde el siglo XVI.

No fue hasta mediados del siglo XIX, que la identificación de los microbios permitió elaborar las “teorías de gérmenes” para explicar los mecanismos de infección.

En 1890, las mascarillas aparecieron en las salas de operación, justo cuando la epidemia de peste emergió antes de propagarse en Hong Kong. La «peste de China», llegó en 1910 a Manchuria y fue en ese momento en el los responsables sanitarios se enfrentaron a obstáculos políticos y de cambios culturales en la sociedad para acostumbrarse a vivir con la epidemia. A pesar de esto, fue después de la primera muerte registrada de un doctor francés, Gérald Mesny, quien había visitado un hospital sin protección, que la demanda de mascarillas explotó, siendo Wu Lien Teh, un joven doctor nacido en Malasia y formado en Cambridge, el responsable de aplicar un sistema de arnés para sujetar la mascarilla y de esa manera poder usar el cubre bocas para trasladar a los cuerpos infectados.